Un panel de expertos recomienda el cribado para la depresión en los adultos, incluidas embarazadas y puérperas
MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) –
El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos (USPSTF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos recomienda el cribado de la depresión en la población adulta en general, incluidas las mujeres embarazadas y puérperas, y que la evaluación se realice con sistemas adecuados para asegurar un diagnóstico preciso, el tratamiento eficaz y un seguimiento adecuado.
Esta recomendación, recogida en un informe que se detalla en la edición de este martes de la revista ‘JAMA’, es un consejo de grado B del USPSTF, lo que significa que existe una gran certeza de que el beneficio neto es moderado o hay certeza moderada de que el beneficio neto es entre moderado y sustancial.
La depresión es una de las principales causas de discapacidad en personas de 15 años o más, afectando a individuos, familias, negocios y la sociedad, y es común en los pacientes que buscan atención en el ámbito de la medicina de familia y también es común en el posparto y mujeres embarazadas.
El USPSTF revisó la evidencia en la literatura médica sobre los riesgos y beneficios de la detección de la depresión en la población adulta, incluidos los adultos mayores y las mujeres embarazadas y en posparto; la exactitud de los instrumentos de detección de la depresión; y los beneficios y los daños del tratamiento de la depresión en estas poblaciones. Este informe es una actualización de una declaración de USPSTF de 2009 y continúa recomendando que los adultos mayores de 18 años sean analizados para la depresión.
El USPSTF es un panel independiente de expertos voluntarios que hace recomendaciones acerca de la eficacia de servicios de atención preventiva específicos, como exámenes, servicios de asesoramiento y medicamentos preventivos.
Estos expertos hallaron pruebas convincentes de que el cribado mejora la identificación precisa de los pacientes adultos con depresión en atención primaria, incluidas las mujeres embarazadas y puérperas, y pruebas suficientes de que los programas que combinan el cribado de la depresión con los sistemas de apoyo adecuados mejoran los resultados clínicos (es decir, reducción o remisión de los síntomas de la depresión) en adultos, incluidas las mujeres embarazadas y puérperas.
El USPSTF encontró demostraciones convincentes de que el tratamiento de los adultos mayores y los adultos con depresión identificados mediante el cribado en atención primaria con antidepresivos, psicoterapia o ambos disminuye la morbilidad clínica. También recogió pruebas suficientes sobre que el tratamiento con la terapia cognitivo-conductual (TCC) mejora los resultados clínicos en mujeres embarazadas y puérperas con depresión.
La magnitud de los daños de las pruebas de detección de la depresión en los adultos es entre pequeña y ninguna y que la magnitud de los daños del tratamiento con TCC en posparto y mujeres embarazadas es asismismo pequeña, según vieron estos expertos.
Se desconoce el momento óptimo y el intervalo de cribado para la depresión. Un enfoque pragmático podría incluir la detección a todos los adultos que no han sido seleccionados previamente y usar la historia clínica para considerar los factores de riesgo, las condiciones comórbidas y los eventos de la vida con el fin de determinar si se justifica una inspección adicional de los pacientes de alto riesgo.
Los resultados del cribado positivos deben conducir a una evaluación adicional que considere la gravedad de la depresión y los problemas psicológicos comórbidos, diagnósticos alternativos y trastornos médicos. Teniendo en cuenta los daños potenciales para el feto y el recién nacido de ciertos agentes farmacológicos, estos expertos animan a los médicos a considerar intervenciones de asesoramiento basadas en la evidencia en el manejo de la depresión en las mujeres embarazadas o lactantes.
La USPSTF concluye con al menos moderada certeza que hay un beneficio neto moderado de las a pruebas de detección de la depresión en los adultos mayores de 18 años, incluidos los adultos mayores, que reciben atención en las prácticas clínicas que cuentan con sistemas adecuados para asegurar un diagnóstico preciso, un tratamiento eficaz, y un seguimiento adecuado después de su examen. Estos beneficios se extienden a las embarazadas y puérperas que reciben atención en las prácticas clínicas.