Experimento Social

“Nadie me dice cosas positivas”, dice uno de los alumnos en el vídeo que ha lanzado Netflix para promocionar la nueva temporada de ‘Por 13 razones’

El emotivo experimento social de Netflix con 20 adolescentes españoles para que dejemos de insultarnos de una vez

«Por muy insignificantes que parezcan tres palabras pueden hacer a una persona sentir muy bien». Es la reflexión de una de las alumnas de una clase de 20 estudiantes que se ofrecieron voluntarios para un experimento social de Netflix sobre el insulto —la clase de acoso escolar más habitual—, con motivo del lanzamiento de la nueva temporada de Por 13 razones.

La plataforma de series y películas online pidió a este grupo de adolescentes que completaran tres tareas: escribir en la pizarra los insultos que habían recibido alguna vez, escribir tres cualidades de alguien de la clase y, por último, atreverse a decírselas a la cara.

Una voz en el megáfono pide a los alumnos que hayan recibido alguno de esos insultos que salgan a la pizarra y todos se ponen contra el encerado: «Zorra», «moro de mierda», «lunático», «puta china», «simia», «ballena», «maricón»… Muchos asumían que son cosas que se dicen entre amigos y que —eleva la voz uno de ellos— «entre nosotros sabemos que es broma». Hasta que uno de ellos, el más bajito, dice: «A mí no me afecta que me llaman gilipollas, pero sí que me digan enano de mierda, aunque sea un amigo, no me sienta bien». Otro de sus compañeros hace una reflexión menos personal pero certera: «Hay gente a la que, lo creas o no, estas cosas le pueden marcar la vida».

Solo 4 de los 20 adolescentes habían recibido cumplidos

Para la segunda tarea, la voz les pide que escriban en la pizarra tres cualidades que admiren de algunos de sus compañeros: «Valiente», «te saca una sonrisa», «optimista», «cercano», «gracioso»… Y les insta a que levanten la mano aquellos que vean algo que les han dicho alguna vez: solo cuatro de los 20 adolescentes habían recibido esos cumplidos.

Para finalizar el experimento, los alumnos debían decir en voz alta en quién pensaban al escribir esas cualidades. «Nadie me dice cosas positivas», dice uno de ellos, a lo que le responde una compañera: «Que no te las digan no quiere decir que no las tengas».

El 71,1% de los menores españoles reciben acoso en forma de insultos u ofensas de palabra como los que se ven en este experimento, según los datos de la Fundación ANAR, y el 51% ha sufrido alguna vez un acoso físico fuerte, como golpes. Unos datos descorazonadores si se tienen en cuenta que aquel alumno tenía razón: hay quienes quedan marcados de por vida. El acoso escolar deja más secuelas que el maltrato por parte de los adultos, según un estudio publicado en The Lancet Psychiatry.

Fuente: elpais.com